El ser humano es realmente complejo, no solo a nivel fisiológico, sino más aún psicológicamente. Las emociones son una parte fundamental del comportamiento humano, y a pesar de que muchas de ellas son difíciles de gestionar debido a experiencias negativas o traumas vividos, en este artículo te explicamos cinco consejos para lograr alcanzar un cierto nivel de estabilidad emocional y no dejar que nuestras emociones dominen nuestra vida.

En un mundo cada vez más cambiante y agotador, donde todo va tan deprisa, nos centramos en todo aquello que consideramos importante (la casa, el trabajo, las amistades), pero nos olvidamos de lo más importante: de nosotras.

La estabilidad emocional se puede definir como la capacidad de reaccionar de forma reflexiva y compasiva ante grandes emociones, de forma que la emoción inicial se suaviza para, después, adquirir confianza en una misma y manejar bien las emociones futuras.

Las personas con inestabilidad emocional reaccionan mal o de manera exagerada y catastrofista ante situaciones adversas, sacando conclusiones precipitadas y externalizando sus problemas en los demás; perdiéndose en espirales de desconfianza, autodestrucción y autosabotaje.

Por ende, amiga mía, quédate en este artículo para descubrir los 5 hábitos que te ayudarán a conseguir una estabilidad emocional fuerte y duradera.

1.  Deja ir las creencias que te limitan

Una creencia que te limita se define como ‘una afirmación negativa y excesivamente generalizada sobre ti misma’.

Te pongo un ejemplo: imagina que te despiden del trabajo, y se crea una creencia limitante de que no eres lo suficientemente buena trabajadora, o que no vales nada y nunca tendrás éxito. Imagina pensar la descabellada idea de que no tendrás éxito jamás solo porque te han echado de tu trabajo. Esta creencia negativa desencadenará en una espiral de autocrítica, depresión, desesperanza y agobio emocional que no te permitirá avanzar y superar la experiencia dolorosa.

Ahora, imagina que te despiden de tu trabajo, pero, en este caso, tienes una autoestima relativamente sana en torno al éxito. En este caso, obviamente al principio es normal que estés afectada y dolida, pero tus emociones no serán tan dolorosas, grandes ni duraderas como en el anterior ejemplo. Como resultado, al haber trabajado y expulsado las creencias que te limitan, serás más resiliente, podrás recuperarte antes y buscar un nuevo trabajo de forma eficaz.

¿Cómo podemos eliminar estas creencias limitantes?

Aunque parezca fácil, hay dos pasos esenciales a seguir:

 

 

  1. Aumenta tu conciencia: sintoniza y presta atención a lo que dices y cómo reaccionas cuando ocurre algo estresante. Las creencias limitantes suelen estar ocultas en las historias que nos contamos a nosotros mismos en momentos de estrés. Una vez que aprendas a ver esas creencias limitantes, podrás enfrentarte a ellas.
  2. Desafía las creencias: cuando hayas identificado las creencias que limitan todo tu potencial como mujer, ahora has de cuestionarlas. No de forma crítica o prepotente, sino para que te des cuenta de que no son realistas ni útiles. Además, lo más probable es que no sean más que viejos artefactos de una fase anterior de la vida.

En el proceso de dejar ir perderás muchas cosas del pasado, pero te encontrarás a ti misma“. Deepak Chopra

2. Escucha tus emociones, pero jamás dejes que te dominen

La Psicología, como Ciencia Social, siempre ha animado a la gente a dejar de reprimir sus emociones y a escucharlas. El problema de esto es que muchas personas se centran tanto en sus emociones que se acaban perdiendo en ellas.

Te pongo otro ejemplo:

Tienes un jefe muy autoritario y quieres poner límites con él, ya que afecta a tu salud mental y estabilidad emocional. Cuanto más piensas en cómo podrá reaccionar si le dices que ciertas cosas te sientan mal y que para mejorar la relación laboral se han de establecer ciertos límites, tú te sientes más agobiada y con más ansiedad, ya que te pones en los peores escenarios y situaciones que todavía no han pasado y no sabes realmente si van a suceder tal y como tú te lo estás imaginando.

Además, optas por no decirle nada a tu jefe por la reacción de este, lo que hace que, a corto plazo, tengas un alivio temporal de la ansiedad de establecer un límite, pero a largo plazo seguirás abrumada, estresada y agotada en el trabajo.

Es probable que tu nivel general de emociones dolorosas haya aumentado porque ahora te arrepientes y te sientes culpable por no haber establecido el límite cuando sabes que deberías haberlo hecho.

“Si nunca has mirado en tu interior, probablemente deberías empezar a hacerlo. Pero si siempre miras hacia dentro, quizá deberías intentar levantar la cabeza y mirar a tu alrededor”. Max Nussenbaum

3. Doma a tu obsesa del autocontrol

Al ser humano, por naturaleza, no le gusta sentirse indefenso. Es estresante llevar a tu hijo al colegio por primera vez y sentir que tú como madre no podrás estar a su lado en todo la mañana por si le pasa algo. Pero, a grandes problemas, grandes soluciones.

Mira, por ejemplo, si no quieres sentirte indefensa ante el frío (como hicieron nuestros antepasados prehistóricos), una buena motivación para sobrevivir sería averiguar cómo fabricar ropa o construir un refugio.

La cuestión es que todos estamos predispuestos a resistirnos a la impotencia e intentar controlar nuestro entorno siempre que sea posible. Y esto es, en gran medida, bueno. Pero, como en la mayoría de los aspectos de la vida, demasiado de algo bueno puede resultar contraproducente, incluso perjudicial.

La necesidad de control puede causar un enorme sufrimiento e inestabilidad emocional si no somos conscientes de ello.

Queremos tener siempre todo bajo control, pero no siempre esto es posible. Muchos de los malos hábitos que causan inestabilidad emocional, pasan por una preocupación crónica y búsqueda de seguridad (por ejemplo, que tu pareja se vaya de viaje y tú estés preocupada constantemente por si le pasa algo), hasta la comunicación pasivo-agresiva, tienen su origen en una necesidad exagerada de tener todo bajo control.

 

Resistirse al control no es lo mismo que liberarse de él. Mientras nos resistamos, seguiremos moldeados y determinados por la fuerza a la que nos oponemos.” Anodea Judith.

4. Deshazte de las expectativas inútiles

Una expectativa es una suposición sobre cómo deberían suceder ciertos acontecimientos. Por ejemplo, si le cuentas a tu pareja lo duro y estresante que ha sido tu día en el trabajo, tú esperas que sea paciente y compasiva contigo.

Las expectativas pueden ser perfectamente razonables, pero no tiene por qué ser útiles. Si siempre esperas que tu pareja sea compasiva y paciente, acabará por no estar a la altura, y, cuando lo haga, te sentirás sorprendida y frustrada, lo que provocará seguramente conflictos y tensiones en vuestra relación.

En el fondo, las expectativas son básicamente otra forma de querer tener todo bajo control, en este caso las reacciones de los demás ante nuestros actos o expresión de nuestras emociones. Ello nos proporciona a corto plazo una falsa sensación de seguridad y certeza de que todo va a ir como queremos, y, cuando no sucede así, nos entra ansiedad.

 

“No vemos las cosas como son. Vemos las cosas como somos.” Shemuel ben Najmani

5. Sustituir la autocrítica por la autocuriosidad

A muchas de nosotras nos habrá pasado que oímos a alguna amiga nuestra describir una situación en la que se sintió abrumada por una emoción difícil, y siempre en todas y cada una de estas historias hay una culpable silenciosa: la autocrítica.

¿Sabías que las personas emocionalmente inestables son casi siempre más propensas a criticarse a si mismas y juzgarse por sus propias experiencias personales? Te pongo varios ejemplos:

Si te sientes triste, inmediatamente te criticas a ti misma por ser débil por sentirte triste.

Te sientes ansiosa, e inmediatamente te juzgas por sentirte ‘demasiado ansiosa’, lo que hace que te sientas más ansiosa por el simple hecho de estar ansiosa.

Si te encuentras enfadada sin motivo, pulsa el botón de pausa y dite a ti mismo: No parece haber ninguna razón por la que me sienta enfadada, pero ¿quizá me estoy perdiendo algo? ¿Qué me ha pasado últimamente -incluidos los pensamientos que me han pasado por la cabeza- que pueda haber desencadenado el enfado?

Si te sientes triste, intenta no caer en la autocrítica y, en su lugar, siente curiosidad por tu tristeza. Por ejemplo, pregúntate si tu tristeza está tratando de ayudarte… ¿quizá sentirte triste por la pérdida de un ser querido es la forma que tiene tu cerebro de recordarte que lo recuerdes y pienses en todos los buenos momentos que pasasteis juntos? Te gusten o no, tus emociones siempre intentan ayudarte.

“En lugar de ser tus pensamientos y emociones, sé la conciencia que hay detrás de ellos.” Eckhart Tolle

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