El Autocuidado parece un termino que se ha puesto de moda últimamente, pero es un concepto que se empezó a utilizar entre médicos en los años 60 para definir el tiempo que utilizamos para cuidar de nosotros mismos. 

Y más tarde fue Dorothea Elizabeth Orem en 1983 que lo definió como el conjunto de acciones que existen en situaciones concretas de la vida, dirigidas por las personas hacia sí mismas, para regular los factores que afecten a su propio desarrollo y funcionamiento en función de su salud y bienestar.

Entender, atender y regular nuestras propias necesidades para nuestro autocuidado.

El Autocuidado está relacionado con entender nuestras necesidades verdaderas de la forma más honesta posible y atenderlas.

Por eso no tiene nada que ver con el añadir más tareas y exigencias a la lista, ni a ir al gimnasio porque hay que estar delgadas o ir a la peluquería para aparecer siempre guapísimas. 

El Autocuidado necesita primero de autoconocimiento y poder trabajar nuestras propias creencias. El Autocuidado es nuestra capacidad de “tratarnos bonito“.

5 aspectos clave para alcanzar el bienestar.

La Disciplina Positiva nos ayuda a identificar 5 aspectos claves que hay que considerar antes de pasar a la acción.

Ambiente adaptado a las necesidades de sus miembros para que podamos satisfacer nuestras necesidades.

¿Cómo están mis emociones? Auto-reflexión sobre como estamos, identificando emociones y necesidades. En el proceso es fundamental el autoconocimiento.

¿Cómo vamos a tratarnos nosotras mismas? No necesitamos otra exigencia más en la lista infinita de tareas. Si vemos el Autocuidado desde este lugar, no nos ayudaría a alcanzar el bienestar.

Cuidar los vínculos. Somos seres sociales y por eso es fundamental el sentido de pertenencia y establecer vínculos en los que nos sentimos seguras. Para establecer vínculos de calidad es importante tener tiempo de conexión con nuestros seres queridos. 

¿Qué estrategia de solución de problemas utilizamos? Si tenemos un enfoque en soluciones en lugar de quedarnos en la culpa, el miedo y la vergüenza cuando nos equivocamos, podemos tratarnos con más respeto y amor.

Además, para tomar buenas decisiones es fundamental trabajar la autorregulación emocional, la capacidad de aprender a calmarse evitando reaccionar y tomando los problemas desde la calma.

Tipos de Autocuidado.

Desde la conciencia y el autoconocimiento podemos empezar a trabajar de forma eficiente en los tipos de Autocuidado que necesitamos. 

Autocuidado Físico: se trata de atender a nuestro cuerpo, aquí nos encargamos de la salud puesto que la actividad física es vital para nuestro bienestar corporal, que además contribuye a desahogarnos y a liberar el estrés. Se incluyen ejercicio físico, alimentación, control de la salud, sueño y hábitos tóxicos. Es el estar físicamente bien.

Autocuidado Emocional: el estar conectados completamente con nuestras emociones, validarlas y aceptarlas (las emociones no son buenas o malas, simplemente nos dicen algo sobre como estamos y nuestras necesidades). Es el estar presentes y conscientes.

Autocuidado Mental: el ejercitar nuestra mente, estimular el pensamiento crítico y la creatividad. Es el tener orden y control en nuestra vida, que nos proporciona seguridad.

Autocuidado Espiritual: el conectar con nuestros valores y quien realmente somos. Es el conectar con nuestro yo interior.

Autocuidado Social: el conectar y relacionarse con otras personas. Somos seres sociales y necesitamos pertenecer y contribuir para ser felices.

Sabiendo esto podemos ir creando nuestros hábitos de autocuidado, dando más importancia a lo que más necesitamos. Al ser madres podemos ver el tiempo de calidad para nosotras muy reducido y está claro que es importante tener en cuenta soluciones alcanzables para no entrar en el bucle de la culpa y la frustración. El tratarnos bonito es Autocuidado.

¿Por qué es importante el Autocuidado?

Los beneficios que nos aporta el Autocuidado son muchos:

Mejorar la productividad y el rendimiento.

Fortalece la autoestima.

Más capacidad cognitiva: memoria, atención y percepción.

Actitud optimista y autorregulación emocional.

Mejor calidad de vida.

Más capacidad de escucha y empatía hacia los demás.

Deciciones concientes.

Conclusiones.

Nos parece muy importante construir hábitos de Autocuidado en las frenéticas vidas que vivimos. Es muy importante hacer un trabajo previo de autoconocimiento para crear hábitos que necesitamos y que nos hagan sentir bien, sin caer en el autoexigencia y aunque sea simplemente un agradecimiento a la vida por la noche. En definitiva, el Autocuidado es “tratarnos bonito” cuando nos equivocamos, cuando no llegamos a todo lo que nos habíamos plantado hacer. Es una forma de querernos. ¿Y tú cuanto te quieres?

Hemos pensado en ti y aquí abajo puedes descargarte la Rueda del Autocuidado, para observar y reflexionar como te estás cuidando.

Y recuerda que contratando Tipicare puedes cuidar de tu bienestar físico, mental y emocional por menos de un café al día. Elige tu plan de bienestar.

Descarga tu Rueda de Autocuidado.

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